ENTREVISTA A JOSÉ MARÍA GARCÍA ARÁEZ EN LA REVISTA CAPIROTE

Hablando Con:

José Mª García Aráez

Archivero de la Agrupación de la Santa Agonía


La agrupación de la Santa Agonía conmemora esta Semana Santa el 75 Aniversario de su constitución, en 1929, como agrupación. La historia de todos estos años y la espléndida realidad que la Agonía es hoy como agrupación en nuestra cofradía, se ha forjado fundamentalmente con el trabajo, la participación, y sobre todo el cariño, de tantos y tantos hermanos que a lo largo de ese tiempo han formado parte de la misma. Entrevistamos en este número de Capirote a José Mª García Aráez quien a sus setenta y cuatro años, y una vida que ha discurrido "paralela" a la de su querida agrupación con dedicación plena a la misma, es ejemplo del carácter y de las virtudes de los mejores "hermanos agónicos". Además de todo ello, Pepe guarda en su memoria hasta el más pequeño detalle de lo acontecido durante estos años en el devenir de la Agonía, y lo que es más importante, ha ido anotando, guardando y formando en suma un archivo formidable que ha de servir en el futuro para dar testimonio fiel de su historia y de su pasado. Historia de la Agonía y de nuestra cofradía de la que sin duda alguna José García Aráez ha sido en buena parte protagonista.


Pepe, ¿desde cuándo perteneces a la cofradía Marraja?


-Pues soy marrajo desde el año 1944 año en el que al entrar a formar parte de la Agonía me doy de alta, como era perceptivo, en la cofradía. Como en tantos otros casos de hermanos en nuestra agrupación, mi ingreso en la misma tiene que ver con el Patronato y la asociación de Hijos de María a la que pertenecía.


¿Cuál ha sido su trayectoria en la agrupación?


- Desde mi ingreso comencé a participar como penitente en el tercio, en el que he sido sudarista durante 25 años. A los 58 años tuve que dejar de sacar el sudario por prescripción médica, ya que me indicaron que no era recomendable a esa edad y en mi caso realizar el esfuerzo que supone sacar un sudario que pesa 17 kilos. He sido directivo de la agrupación en distintos cargos desde 1952 en que me incluyen en la Junta Directiva por primera vez y hasta el momento presente. Como ayudante de guardalmacén, de vestuario, vocal, etc. y desde 1984 soy archivero de la agrupación. Llegué a salir un año de Hermano Vara pero lo dejé porque me gustaba más sacar el sudario.

Recuerdo en este sentido de colaborar con la agrupación, cómo, junto a otro buen hermano de la Agonía, Antonio Llamas Collado, tuvimos la idea de introducir la lotería para generar recursos económicos. Le expusimos la iniciativa a Tarín y no la vio muy clara, pero allí estaba Alberto Lluch que sí se mostró partidario de nuestra propuesta y nos ayudó a convencer al presidente para que saliera adelante. Hoy la lotería es una de las fuentes de ingresos más importantes con las que contamos en la Agonía y la agrupación saca lotería en los sorteos de todas las semanas, 52 jugadas al año, y siempre de los mismos tres números suscritos que tenemos. En definitiva me he dedicado siempre de lleno a la Agonía en distintos cometidos que me han encomendado y como última labor desde el año 2000 me ocupo de atender a las tres bandas que acompañan a nuestros tercios durante las salidas en procesión.


Imagino que habrás tenido de alguna forma el reconocimiento de tu agrupación.


- La verdad es que sí aunque esto siempre es lo de menos. Me distinguieron con el nombramiento de "Sudarista de Honor Perpetuo", he recibido el escudo de Oro de la agrupación y he sido nombrado como "Penitente Distinguido", todo lo cual para mí es motivo de orgullo y de enorme satisfacción. También tuve la alegría de que Maruja, mi mujer, fuera nombrada Madrina de la agrupación en 1955.


Como "marrajo antiguo" Pepe ¿qué recuerdo tienes de la cofradía en su sede de la calle Mayor?


- Son muchísimos y muy entrañables. Era un lugar de reunión estupendo donde nos juntábamos todos los jóvenes alrededor de las célebres "juntas de compadres" que le llamábamos, con la presencia de los auténticos pesos pesados de la cofradía. Los Wenceslao Tarín, Cleto Sanz, Larrosa, José Romero Font, y nosotros estábamos ahí escuchando todo lo que en esas reuniones improvisadas se decía. Había en aquel grupo una persona muy entrañable como era D. Luis López Reinoso, que era el "decano" de la cofradía, y era Comisario General del que por cierto recuerdo existía una foto en la Plaza de las Armas del Arsenal militar vestido de cabo de los Judíos. Era un señor alto, con buen porte, que nos contaba cosas y más cosas de la cofradía y por esta razón todos nos reuníamos en torno a su persona a escucharlo. Muchas veces dejé de ir a trabajar, por quedarme a escucharlo ya que con su forma de comunicar, muy edificante, nos impregnaba de marrajismo.

En la sede de la Calle Mayor por otra parte era habitual también que se celebraran conferencias, exposiciones de pintura, recitales de poesía, etc., en fin era un lugar lleno de actividad donde se vivía la cofradía todo el año. Como anécdota del local recuerdo que existía una mesa de billar donde se jugaba y suponía un motivo más de reunión y de partidas interminable que congregaba entre otros a Manolo Muñoz, su hermano Nicolás, a Bartolo García Vera, etc..


Esa condición de vivero de marrajos quizás pueda ser retomada en la actualidad por la nueva sede de la Cofradía en la calle Jara.


- Yo pienso que sí. Pienso que esta nueva sede puede, con un poco de enfoque, recuperar el espíritu de aquella otra. Es verdad que los jóvenes hoy tienen otra forma de vida, otra marcha como ellos dicen, pero hay que buscar el aliciente para que se acerquen hasta la cofradía y no sólo cuando hay una Junta General. También ocurre que en la antigua sede se jugaba al ajedrez, damas, dominó, parchís, un motivo más en definitiva en aquellos años de reunión y de convivencia. Eso en cuanto a los jóvenes porque los mayores tenían otros juegos que nos estaban velados como eran las cartas, el poker, donde se jugaba dinero. Recuerdo como anécdota un domingo en el que un señor me dejó su sitio en una partida para sustituirlo con el pretexto de que venía enseguida y cuando me vine a dar cuenta las cinco pesetas que mi madre me había dado estaban sobre la mesa jugándose. Tuve la suerte de ganar aquella partida y recuperar el dinero y seguir jugando hasta conseguir ganar 450 pesetas de la época que era una cantidad equivalente al sueldo de un mes de un empleado. Ese dinero como es lógico me quemaba en las manos porque no podía decirle a mi madre y a mi padre como lo había ganado.

Como verás al recordar ese local de la cofradía me vienen a la memoria infinidad de anécdotas y recuerdos de mi juventud como los que tenían que ver con un conserje de aquellos tiempos que era Ramón y al que los jóvenes estábamos siempre haciendo trastadas y llevándonos más de un coscorrón y un rapapolvos.


¿Qué personas de entre las que conociste y trataste en aquellos años destacarías en la cofradía y en la agrupación?


- Por supuesto la figura del Hermano Mayor D. Juan Muñoz Delgado. Fue toda una institución y una persona con pocos medios económicos en aquel entonces, que realizó una labor extraordinaria en la cofradía y que supo con mucho esfuerzo sacar unas procesiones maravillosas. Recuerdo su famosa libreta donde apuntaba meticulosamente todo, cada partida y cada gasto. También a D. José Romero Font y su labor en la agrupación del Jesús y en los granaderos.

En lo referente a mi agrupación no cabe duda de la importancia de la figura de Wenceslao Tarín. Tarín fue un gran presidente que se volcó siempre con la Agonía y de cuya magnífica labor lo último que nos dejó fue el regalo impresionante de la Virgen de la Amargura.

Realizó el primer sudario después de la Guerra Civil, abordó el segundo trono de la casa Prada de Granada del que avaló todos los pagos, y más tarde el actual de la Casa Orrico. Fue en definitiva un mecenas y un hombre muy desprendido al que el dinero se le escapaba de las manos para destinarlo a la agrupación.


Pepe, hay sin embargo una figura indiscutible en la historia de la Agonía merecedora de un recuerdo y un reconocimiento mayor del que se le pudo hacer en vida y es Alberto Lluch.


- Así es. Alberto Lluch, y yo lo he reflejado en crónicas que he hecho para la agrupación, para mí era el presidente en la sombra. Nunca quiso ser presidente pero él trabajaba en la agrupación como si lo fuera. Sus consejos, su forma de abordar los problemas de la agrupación, el haber sido la mano derecha de Tarín, Alberto era todo y era el alma de la Agonía. Un hombre que se quedaba en un segundo término pero que era lo más grande que tenía la agrupación. Decir Alberto era sencillamente decirlo todo.


Cuando vais a celebrar el 75 aniversario ¿qué recuerdo guardas de las bodas de Plata y de Oro?


- La celebración de los primeros 25 años pasaron un poco desapercibidas por falta de medios económicos aunque la agrupación lo celebró de manera interna. Las bodas de Oro fueron otra cosa y que recuerdo que se descubrió una placa en el patronato donde se reunieron todos los veteranos, se llevaron a cabo actos de convivencia, una conferencia a cargo de Isidoro Valverde, y como no, nos mojamos aquel Viernes Santo. Claro que fue una buena experiencia y un buen bautismo para las agrupaciones californias de la Virgen del Primer Dolor y San Pedro que estaban invitadas y que supieron de aquella forma lo que era mojarse con aquel chaparrón que nos cayó en la calle del Carmen.


¿Cómo has visto en estos años los cambios dentro de la agrupación?


- Nuestra agrupación ha sido siempre una agrupación modesta económicamente, que como decimos era de "habicas contadas", y que ha ido enriqueciéndose y engrandeciéndose en todos los sentidos. Hoy tiene unas expectativas actuales y futuras buenas en el terreno económico, y en lo personal ha ido uniéndose y hermanándose cada vez más. Hubo es verdad, un momento pasado de cierta separación o distancia entre grupos de hermanos, pero con la llegada de Gregorio Saura como presidente, ha ido poco a poco retomando con su buen hacer esa hermandad tan necesaria dentro de una agrupación.


Pepe, ¿qué logros o realizaciones más importantes señalarías en la historia de la agrupación?


- Hombre, no cabe dudad de la importancia del trono y tercio de la Condena que desfila en la Madrugada con la suerte, para su puesta en marcha y ayuda para sufragar la inversión que hubo que hacer, de que nos tocara la lotería, como lo fue anteriormente la salida de la Vera Cruz en el Sábado Santo. También como no, el trono de plata de Orrico o el sudario que bordó Anita Vivancos.

Recuerdo en este sentido la salida de la Vera Cruz por primera vez en 1959, una procesión que surgió de la circunstancia de estar el Sábado Santo libre de procesiones y tener conocimiento de la intención de los californios de sacar el Cristo de los Mineros en ese día. Los marrajos nos adelantamos y sacamos esa primera procesión con la Virgen y en la que desfiló la Vera Cruz con una representación de cada agrupación marraja hasta que al año siguiente ya salió el tercio completo de nuestra agrupación.

El primer Cristo de la Agonía que procesiona la agrupación era la imagen que estaba en el Penal Militar, más tarde Cuartel de Instrucción.

Ese era el Cristo que unos atribuían a Martínez Montañés y otros a Salzillo aunque tiene más verosimilitud la versión de ser una obra del insigne escultor murciano. Este Cristo se sacaba del Penal y se llevaba cada año para su salida a la cofradía hasta que un año ya no vuelve y se queda en la cofradía. Luego sería destruído en la guerra civil y sobre este hecho yo recuerdo como D. José Romero Font relata que él vio el torso de la imagen abierto en dos mitades para ser gamellas, recipientes donde comían los cerdos que tenían en su establo la Misericordia, institución de la que era médico D. José, y que la cabeza fue tirada al mar. Después de la guerra se sacó el Cristo de la iglesia de la Caridad que era la única imagen de estas características que había en la ciudad puesto que en la Caridad no entraron a destruir nada.


En aquellos años tuvo lugar la primera procesión de traslado de la imagen del Cristo de la Agonía.


- El traslado tuvo lugar hasta el año 1942 ya que al año siguiente llegó la imagen de Flotats para los marrajos donada por D. Juan Magro y dejó de salir el Cristo de la Caridad. El traslado de este Cristo de la iglesia de la Caridad tenía lugar durante la procesión de la Piedad del Lunes Santo. Para ello el tercio de penitentes formaba en la calle de la Fuente, en el lateral de la Caridad, y cuando pasaban los granaderos se incorporaba el tercio y a continuación salía el Cristo de la Iglesia y se procesionaba sobre el antiguo trono de la Agonía, y tras él desfilaba la Piedad y su tercio.


Más tarde, cuando vuelve el Cristo de la Agonía al Cuartel de Instrucción tiene lugar el primero de los traslados de imágenes que realizan en la actualidad las distintas cofradías.


- Efectivamente. La imagen se lleva al Cuartel de Instrucción de Marinería gracias a una gestión de nuestro directivo Felipe Vilas para que el Cristo estuviera en la capilla del cuartel, y con este motivo, tiene lugar el traslado de la imagen desde allí a Santa María en la noche del Sábado de Pasión. Antes ya tenía lugar otro traslado a principios de los cincuenta, donde el Cristo era llevado a hombros de penitentes el Viernes de Dolores. Se hacía colaborando con la parroquia de Santa María de Gracia que realizaba un Via Crucis ese día por la ciudad y la agrupación se implica aportando la imagen. Duró poco tiempo porque dejó de celebrarse para no interferir en la celebración del día de la patrona de la ciudad.


Pepe, tu labor más importante es sin duda la de archivo.


- Bueno esta labor de recoger datos y documentación y de constatar cuanto sucede en la vida de la agrupación ha sido ante todo para mi una afición a lo largo de mi vida a la que dedicaba tiempo y que yo realizaba de forma privada. En el año 1984 es cuando siendo presidente José Ramón Ballesta me nombra archivero de la agrupación y este trabajo particular se convierte en una actividad al servicio de la agrupación digamos de manera oficial. El año pasado el Hermano Mayor nos pidió que aportáramos este trabajo al archivo de la Cofradía y así se ha hecho.

Mi preocupación fundamental en el tema del archivo ha sido recoger la crónica de todo lo que sucedía, recoger todos los hechos particulares que no quedan registrados de otra forma o en otros medios escritos. Hoy nuestro archivo creo que es uno de los más completos y contiene una información enorme de la historia y del día a día de la agrupación. Incluso con este afán de completar nuestra documentación se han recuperado libros de actas de periodos que teníamos perdidos y uno de ellos como curiosidad apareció en un baratillo y un conocido me lo proporcionó al ver que se hablaba de la agrupación de la Agonía y sin saber muy bien que era.


Como hermano de la Agonía es obligado preguntarte por el Patronato y el significado que tiene para vuestra agrupación.


- El Patronato es nuestra casa. Tanto para los que hemos estado allí bajo las alas de las cornetas de las hermanas como para los que no han pasado por la institución ni como alumno ni como Hijo de María. Pero es algo tan entrañable para la agrupación que el que no lo ha vivido se ilusiona y casi parece que ha sido y ha pasado por esta institución, y es que ese un cariño que lo transmitimos a todos los miembros de la agrupación. Además cada vez quedan menos miembros que hayan pasado por el Patronato. Te puedo enseñar en este sentido una Junta Directiva de 1961 de la que sólo queda un directivo vivo en la actualidad de los que la formaban entonces, que soy yo.


Una unión que se hace más fuerte ahora que la imagen del Cristo se guarda durante el año en ese centro.


-Pues sí que es verdad, aunque yo personalmente preferiría que el Cristo recibiera culto en una iglesia o un lugar en el que pudiera visitarse a diario, y donde el que quisiera pudiera en cualquier momento acercarse a rezar. En el Patronato está muy bien pero a fin de cuentas es una capilla que normalmente está cerrada y viene a ser como un almacén. La idea de la agrupación y del presidente es poder celebrar una misa mensual aunque se tropieza con el problema de encontrar sacerdote para estos cultos. Me gustaría poder recuperar el culto que recibía cuando estaba en Santo Domingo.


Por último imagino que serán muchas las anécdotas y avatares de procesiones que en todos estos años has vivido.


- Como dices son infinidad. Recuerdo el año que cambiamos el color del traje que de ser la capa morada y la túnica y capuz blanco, pasó al actual de túnica y capuz morada y capa blanca. Para aprovechar lo que teníamos, y como no había mucho dinero, con las capas se confeccionaron las túnicas, que además nos las hizo Cleto Sanz, las capas se hicieron nuevas y los capuces se tintaron, un trabajo que nos hizo la madre y la tía de Joaquín Larrosa. Pues bien, cuando termina la procesión y llegamos a la iglesia y nos quitamos los capuces éstos habían desteñido con el sudor y teníamos todos las caras "tintadas" de color morado, y como puedes imaginar la risa fue generalizada.

Por otra parte en aquellos años de ir a la procesión con cables las anécdotas y sucedidos eran frecuentes. La Agonía iba tras el Jesús y recuerdo los tirones que nos pegaban a todo el tercio esta agrupación y Antonio Cárdenas, que era Hermano Vara del Jesús, se nos acercaba para avisarnos de que iban a tirar pero no se preocupaba de estos tirones no se produjeran. Muchas veces se rompían los cables y había que realizar empalmes sobre la marcha.

También teníamos una lucha permanente con los granaderos que iban delante y con el redoble de los tambores que no dejaban oir a los nuestros y para colmo era cuando D. José Romero se acercaba a sus tambores y les decía si es que estaban durmiendo. El resultado era que los granaderos apretaban todavía más y aquello era insoportable.


Revista Capirote, 2004