ROMANCE (JUAN MEDIANO DURÁN)
PRÓLOGO
Noche de paz y armonía.
noche de saeta y llanto,
es noche de Viernes Santo...
¡Llega la Santa Agonía!
LAS PALABRAS
Pasan siete penitentes.
Majestuosos, pausados,
con andar acompasado,
ensimismados, silentes.
Con siete telas moradas
-¡como quien porta un tesoro!-
y en ellas, brillando en oro,
siete palabras bordadas.
Siete palabras sangrantes
en el tiempo detenidas.
Siete profecías cumplidas,
siete rezos sollozantes.
Siete espinas, siete rosas
como plegarias punzantes.
Siete gritos, siete vuelos
de siete flechas gloriosas
lanzadas hacia los cielos.
Siete ayes sin consuelo,
siete suspiros sin prisas;
siete vientos, siete brisas.
¡Siete silencios de hielo!
EL SUDARIO
¡Van camino del Calvario...!
Hollan senderos de cruces,
son portadores de luces
que iluminan el sudario.
Pendón hacia el cielo alzado
que, en oro y plata fina,
lleva el cáliz venerado
circundado por espinas.
Cáliz de la Santa Cena,
ara con sangre de Cristo:
presagio que estaba escrito
en salmos de amor y pena.
LIGNUM CRUCIS
Lignum Crucis verdadero,
argentífero sagrario
que lleva en su relicario
una astilla del madero.
Y cuatro guardias de honor
que, tras severos capuces,
iluminan con sus luces
aquella prenda de amor.
Cárcel de plata labrada:
llama perenne y votiva
donde reluce, cautiva,
la reliquia venerada.
LA AGRUPACIÓN
La noche de Cartagena
vibra de intensa emoción:
desfila la Agrupación
extendida en dos hileras
que caminan lentamente.
Los tambores redoblando,
treinta hachotes golpeando
con seco ritmo batiente,
y la orquesta interpretando
la sublime melodía
compuesta para este "paso"
-notas de seda y de raso-.
¡Suena la Santa Agonía!
EL TRONO
Cerrando, en brillante broche,
¡ascua de luz, refulgente!,
se va acercando, imponente
e ilumiando la noche
el trono de La Agonía.
¡Consumatum est glorioso;
gesto divino y hermoso,
redentora sinfonía!
¡Joya de plata y de luz,
vergel de rosa y de lirio!
Consumado su martirio
se alza Jesús en la Cruz.
Desgarrando su negrura
¡noche de claveles rojos!
va caminando entre abrojos
la Virgen de la Amargura
traspasada de dolor,
sola en medio de la gente,
llora María, ¡presente
en el Drama del Amor!
VERA CRUZ
Tercio de la Vera Cruz,
gema del Sábado Santo.
Noche de luto y de llanto,
de flor, de incienso, de luz.
Noche de asombro en las gentes,
¡sin granaderos... ni lanzas!
Noche llena de esperanzas
en los nuevos penitentes.
Noche llena de ilusiones
de aquellos que, con fervor,
a la Agrupación mayor
llevan en sus corazones.
EPÍLOGO
Marrajos de pura cepa
que sienten en su raiz
la ilusión, limpia y feliz
de que en su alma no quepa
más que la ingente figura
de su Cristo Agonizante,
viendo a la Madre delante
en su tremenda Amargura.
¡Noche de paz y armonía,
que vuelve a tender su manto!
¡Es noche de Viernes Santo!
¡Ha pasado La Agonía!
Cartagena, Semana Santa
Juan Mediano Durán